Que el Levante Mediterráneo es la cuna de muchas culturas es algo que no voy a descubrir a nadie. Pero cada vez que tengo la inmensa suerte de pasear por la zona, me sorprendo de nuevo.
Empezamos nuestra visita en Amán, desde dónde nos dirigimos a Jerash, una de las ciudades romanas más importantes y mejor conservadas del mundo. Recientes excavaciones demuestran que ya estaba habitada en la Edad de Bronce. Persas, omeyas, mamelucos y otomanos son pueblos que también han dejado su impronta cultural.
Para los que nos gusta el desierto, Wadi Rum es el paraíso en la tierra. El desierto de los desiertos, la entrada al gran arenal de Arabia, las mil y una noches, cielos plagados de estrellas, travesías hipnóticas en camello y el eco constante de Lawrence….. La historia de la península Arábiga se fraguó en Wadi Rum.
En el Mar Muerto podemos relajarnos un poco de las intensas emociones vividas y cuidar nuestra piel con los mejores barros y sales, así como disfrutar de las buenas infraestructuras hoteleras de la zona. Pero no hay que despistarse…. estamos en Tierra Santa. Pusimos los piés en el río Jordán y estuvimos en el lugar donde Juan Bautista bautizó a Jesús…… Emociones fuertes también, tanto para creyentes como para no creyentes.
Y se me hace difícil llegar al punto de tener que hablar de Petra. Tengo la inmensa suerte de haber viajado mucho. Mis “top” varían poco y son “caros”. Petra se ha colado entre unos cuantos, en realidad creo que puedo decir que Jordania entera ha quedado muy, muy arriba. No os voy a describir Petra, os invito a ir. Hay lugares en el mundo de los cuales hablar no es bueno por que no se pueden transmitir. Jordania espera.
