La experiencia de Óscar
Viajar a Dubai y Omán es una combinación irresistible para quienes desean vivir un viaje de alto nivel, con el equilibrio perfecto entre lo auténtico y lo extraordinario. Cultura, modernidad, aventura, relax, hospitalidad y escenarios que parecen salidos de una película…
Recientemente, he hecho una salida exclusiva a estos destinos con un grupo de #AlcamTravelers y ha sido un viaje que superó todas las expectativas. Viajar a Dubai y Omán es mucho más que una escapada: es una experiencia que te transforma.
Viajar a Dubai: lujo, energía y cultura inesperada
Para mi Dubai es la mezcla ideal entre Nueva York y Miami, un destino vibrante, moderno, sorprendentemente tolerante y mucho más familiar y accesible de lo que muchos imaginan. Entre rascacielos y hoteles de diseño, Dubai ofrece también rincones culturales únicos, como el fascinante Museo del Futuro o la vibrante zona de La Marina.
Y a solo una hora, Abu Dabi nos recibe con la isla de los museos: el Louvre, el Museo de Historia Natural y en breve el Guggenheim. Una escapada para quienes buscan una experiencia cultural de primer nivel sin renunciar al confort.
Viajar a Omán: el alma de Oriente Medio
Si Dubai es la ciudad del futuro, Omán es el guardián de la tradición. Un país virgen, auténtico, profundamente respetuoso con su cultura y al mismo tiempo hospitalario y abierto al visitante, es como estar en el escenario de la película de Aladdin.
Sus paisajes desérticos, montañas y fortalezas históricas son el marco perfecto para vivir una conexión real con la esencia de Oriente Medio, lejos del turismo masivo. Un momento inolvidable del viaje fue estar solos en un enclave turístico de Mascate durante el Viernes Santo. Un silencio que te envuelve. Increíble.
Comodidad, calidad y equilibrio
Uno de los grandes valores de esta ruta es su extraordinaria calidad-precio. En pocos kilómetros encontramos desierto, ciudades futuristas, patrimonio ancestral y hoteles excepcionales. Un viaje que tiene de todo, en un solo destino. Y lo mejor: está a solo seis horas de vuelo de España.
