Etiopía es uno de los grandes desconocidos de África, lo que le hace más auténtico, virgen y atractivo que otros muchos. Los increíbles paisajes del Nilo Azul, las tribus del sur o el Arca de la Alianza en la Iglesia de nuestra Señora de Sion son algunos de los principales atractivos pero Rosa es capaz de hacernos llegar más allá, hasta Simen Mountain. Fue uno de los primeros lugares en ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1978. Debido al importante declive en la población de las especies nativas características, en 1996 se incluyó en la Lista del Patrimonio de la Humanidad en peligro. El Parque Nacional de Simen es uno de los parques nacionales de Etiopía. Está situado en las montañas Simen, parte del macizo etíope, en la zona de Semien Gondar, dentro de la región de Amhara. Contiene el Ras Dashen, el pico más alto de Etiopía y el cuarto de África, un gran desconocido para el turismo internacional y debido a todo lo explicado, dificilísimo encontrar permisos de entrada.
Otro punto casi inexplorado es Dallol, un cráter volcánico o mar en la depresión de Danakil, al noreste de la cordillera Erta Ale en Etiopía. Se formó por la intrusión de magma basáltico en los depósitos de sal del Mioceno y la actividad hidrotermal posterior. Las erupciones freáticas ocurrieron en 1926, formando el volcán Dallol, mientras que otros cráteres de erupción salpican los salares cercanos.
Estos cráteres son los respiraderos volcánicos subaéreos más bajos del mundo, a 45 metros por debajo del nivel del mar. Una visita inédita con la experiencia inolvidable que ello conlleva. Al conocer tan bien el destino, podemos comer como un local en el restaurante La Mandoline de Addis Abeba, quizás el más lujoso de la capital o en el Taitu Hotel, donde solo los lugareños suelen acudir y que es un lujo que un extranjero los pueda descubrir, siendo el hotel más antiguo de Etiopía.
Rosa está a disposición de nuestros clientes para hacerles descubrir la magia oculta de Etiopía como si fueran un lugareño más.